Carolina Harboe

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¿Cómo Quieres Que Sea Tu Cuerpo?

Me pide mucha gente por “pérdida/ganancia de peso” como si fuera una solicitud sencilla y con una solución general para todos. Me encuentro devolviendo la pregunta ¿realmente quieres que baje ese número de la báscula o es otro tu objetivo? Pregúntate:

¿Quiero perder volumen?
¿Quiero un cuerpo más firme?
¿Quiero deshacerme de mi celulitis?
¿Necesito más masa muscular? Dónde?
¿Me quiero deshacer de mi retención de líquidos?
¿Me gustaría tener un cuerpo más proporcionado?

Si no tienes claro tu objetivo, va a ser más difícil dibujar el camino en dicha dirección.

Una de mis maestras de yoga me dijo el otro día en clase “el cuerpo busca el equilibrio de forma natural.” Esto me hizo pensar. Quiere estar en equilibrio. Solo tenemos que darle lo que necesita o eliminar lo que le bloquea ¡e iremos, por inercia, hacia la salud!

Hoy os voy a contar la base de nuestro metabolismo para así darle lo que quiere nuestro cuerpo en el momento que mejor le sentará.

SI HAY GLUCOSA EN SANGRE, TU CUERPO NO QUEMARÁ GRASA.

La glucosa es el combustible “preferido” del cuerpo. Si lo que queremos es quemar grasa tanto para perder peso como para desintoxicar (la mayor parte de nuestras toxinas se almacenan en nuestra masa grasa), no basta con comer menos de lo que necesitamos. A veces es tan sencillo como hacer ejercicio físico en ayunas y/o espaciar nuestras comidas unas de las otras ¡sin necesariamente comer menos!

Ten en cuenta que cada vez que comemos sube la glucosa en sangre. Cuando llevamos unas horas sin comer, estos niveles bajan. Podemos “jugar” con nuestro metabolismo comiendo menos glucosa (sustituyendo con grasa, sí, he dicho grasas) o espaciando las comidas para así provocar una mayor capacidad de quemar grasa.

Teniendo cada vez más información sobre cómo funciona nuestro metabolismo, nos entendemos mejor y podemos optimizar nuestros hábitos de vida para estar más saludables.