Carolina Harboe

briana tozour hkkQbPa49UA unsplash

5 Tips para una (Peri)menopausia plena

La menopausia es un proceso natural en la vida de toda mujer (¡no es una enfermedad por lo que no puede ser tratada como tal!) que marca el fin de la menstruación y la etapa reproductiva. Eso sí, cuando se cierra una puerta, siempre se abre otra. Yo percibo la menopausia como una etapa vital de la mujer en la cual hay un cambio de prioridades en base a una sabiduría adquirida con las experiencias pasadas.  Cuando se lleva bien, nace una mujer nueva, más sabia, más segura de sí misma, más empoderada y con una belleza femenina única.  ¡A pesar de lo que la sociedad a veces no pinta al respecto!

La perimenopausia, por otro lado, se refiere al período de transición hacia la menopausia. Puede durar varios años – entre 2 y 10 – y se caracteriza por fluctuaciones hormonales y cambios en el ciclo menstrual.  El baile hormonal en la perimenopausia se parece mucho a la menarquia (pero en imagen especular) y, para nada, es lineal.  Si una está preparada y se adapta al proceso correctamente, se puede vivir como un reto más.  En cambio, si una mujer entra en la perimenopausia sin salud física y/o emocional, casi seguro se encontrará de bruces con una sintomatología que le obligará a prestarle atención.

Los síntomas típicos de los que se hablan y que afectan significativamente la calidad de vida son los sofocos, cambios en el sueño, sequedad vaginal, aumento de peso, cambios de ánimo y pérdida de densidad ósea.  A éstos tenemos que añadir una lista aún más larga y menos reconocida como consecuencias de este cambio hormonal:  problemas digestivos, fatiga, ansiedad, insomnio, niebla mental, enfermedades cardiovasculares, resistencia a la insulina, depresión, pérdida de masa muscular, caída de cabello…

Encuentro que, cuanto más comprende una mujer sobre sus cambios hormonales y a qué se deben, mejor salud tendrá en estas etapas.  Durante la perimenopausia, los niveles de estrógenos, testosterona y progesterona, las hormonas sexuales clave en la mujer, comienzan a disminuir y fluctuar. El tema es que hay muchos factores que influyen directamente en estos cambios como:

  • el estrés
  • la calidad del sueño,
  • la dieta
  • tu estado nutricional
  • la función hepática
  • tu estado detox
  • el equilibrio digestivo y microbiano….

La buena noticia de esto es que ¡hay dónde incidir si lo estás pasando mal!

Un sistema de salud que falla Lamentablemente, muchas mujeres se sienten abandonadas por el sistema de salud durante esta etapa. Los síntomas de la (peri)menopausia a menudo se subestiman, se malinterpretan o se consideran un aspecto inevitable del envejecimiento que no requiere tratamiento. Sin embargo, entender y atender esta transición es esencial para garantizar el bienestar físico y emocional.

5 hábitos para florecer en esta etapa

  1. Prioriza una alimentación equilibrada Incorpora alimentos de origen vegetal ricos en fibras y polifenoles para nutrir a tu microbiota y facilitar el tránsito intestinal y la sensación de saciedad.  Las verduras crucíferas ayudarán a tu hígado a metabolizar los estrógenos de una forma “limpia” (evitando los estrógenos más cancerígenos). Asegura una correcta ingesta de alimentos ricos en proteínas para evitar la pérdida de masa muscular, equilibrar el apetito y cubrir las necesidades de aminoácidos esenciales.  Limita el consumo de azúcares refinados, bebidas alcohólicas y alimentos ultraprocesados, que pueden exacerbar los síntomas como los sofocos. Si quieres conocer tu dieta personalizada para esta etapa de tu vida, ya sabes a quién acudir ;-)
  2. Ejercicio regular y variado Combina entrenamiento de fuerza, ejercicios cardiovasculares y actividades como yoga o pilates. Estos no solo ayudan a mantener un peso saludable, sino que también mejoran la salud ósea, evitan la pérdida de masa muscular (clave en menopausia), equilibra el estado de ánimo y asegura un sueño de calidad.
  3. Cuidado del sueño La higiene del sueño es fundamental. Establece rutinas regulares, evita la cafeína, las bebidas alcohólicas y las pantallas antes de acostarte, y considera técnicas de relajación como la meditación o la respiración profunda para combatir el insomnio asociado a los cambios hormonales. El ejercicio físico y la exposición al sol durante el día, se han visto ayudar mucho a conseguir un sueño reparador.  Si esto no es suficiente, hay suplementación natural diseñado para estos casos.
  4. Apoyo emocional y conexión social Hablar con otras mujeres que atraviesan esta etapa o buscar ayuda profesional puede marcar la diferencia. Las redes de apoyo ayudan a gestionar el estrés y los cambios emocionales, promoviendo una mayor calidad de vida.  Busca, cerca de ti un círculo de mujeres o grupos de pensamientos afines para unirte y compartir.  ¡Esto es medicina!
  5. Consulta con especialistas Considera trabajar con profesionales de la salud que comprendan esta etapa, como ginecólogos, nutricionistas o PNIE’s especializados en este tema. En algunos casos, terapias como la terapia hormonal sustitutiva bioidéntica (THSB) pueden ser una opción, siempre personalizada y evaluada cuidadosamente.  Yo trabajo con unas analíticas de orina de 24h llamadas DUTCH test las cuales permiten ver, no solo tus niveles de hormona (de una forma mucho más fiable que en sangre) sino también, cómo las estás eliminando (si en forma de hormona “limpia” o en forma de hormona más activa).  Eso te permite estar muy calmada con tu THSB y afinar aún más con suplementación natural para promover una correcta eliminación de las hormonas, una vez hayan ejercido su función en el cuerpo.

La (peri)menopausia no tiene que ser una etapa de dificultad constante. Con los hábitos adecuados y el apoyo necesario, puedes convertirla en un momento de transformación y crecimiento, disfrutando plenamente de la segunda mitad de tu vida ¡y todo lo que tiene preparada para ti! ;-).