Comedores escolares cerrados
Tu pareja y tú tele-trabajando
Los niños en casa todo el día
Restaurantes y bares cerrados
Una necesidad máxima de salud familiar
Cómo desayunar, comer y cenar en casa cada día ¡y no volverse loc@ en el intento!
¡Es posible!
De hecho, podríamos acoger esta situación actual como una buena oportunidad de maximizar la calidad de nuestra dieta.
Dependiendo del restaurante, lo más probable es que la “materia prima” que escoges en la compra para tu casa será de mejor calidad. El proceso de elaboración de los platos que solemos hacer en casa no suelen ir tan dirigidos al sabor como cuando comes fuera. El sólo comer lo que tú preparas en casa y no depender de comida comprada en la calle, por regla general, te asegurará una menor ingesta de sal, saborizantes y grasas de dudosa calidad. Además, habitualmente no encontramos comida ecológica cuando la compras ya hecha.
Cuento todo esto para motivarte a cocinar tú. Siempre he abogado por la elaboración de platos en casa pero la situación actual nos ha empujado a muchos en este sentido ¡y sin buscarlo! Más que nunca, es importante planificarte bien y, a continuación, redacto alguno de mis trucos para ayudarte…
Organiza tus Compras. Así evitarás acabar yendo cada día a comprar “lo urgente” para ese día:
- Una/dos veces a la semana compra toda la fruta y verdura fresca, local, de temporada y ecológica que tiene éxito en casa.
- Una vez a la semana compra producto fresco para la nevera o congelador como carne de calidad, pescado fresco, huevos ecológicos, tofu, tempeh, seitán, pan de masa madre o lácteos artesanales.
- Cada dos semanas repon la despensa de alimentos poco perecederos como legumbres secas, frutos secos, semillas, aceites, conservas, cereal integral en grano, pasta integral o algas, por ejemplo.
Organiza tu Cocina. El concepto de “batch-cooking” es cada vez más extendido y ¡con razón! Nadie en su sano juicio, cocina el desayuno, la comida y la cenay consume pica-pica artesanal y casero, cada día.
- Una vez a la semana cocina 1 ó 2 cereales integrales en grano; de ésas de más larga cocción como arroz integral, quinoa o trigo sarraceno por ejemplo. Este cereal puede añadirse a alguna ensalada, unas verduras al vapor o salteadas, una sopa (en vez de fideos) o ¡hasta servir de cereal de desayuno si se recalienta con bebida vegetal, fruta y semillas, por ejemplo!
- Ten siempre una legumbre previamente remojada y cocinada en la nevera. A lo largo de la semana puede añadirse a una ensalada, saltear con alguna verdura, batir para hacer un paté vegetal, añadir a alguna sopa o servir de proteína en albóndiga o hamburguesa vegetal. Una misma legumbre se puede transformar tanto que no parece que acabas de pasar “la semana de la lenteja” ya que dicha lenteja ha servido para varios platos distintos.
- Cuando haces sopa o puré de verduras, haz de más. Se puede congelar en botes de cristal para la semana siguiente. Los purés pueden servir como “salsas” para pasta, arroces, legumbres…o recalentar para una cena rápida acompañado de una proteína a la plancha.
- Cuando cocines verduras al vapor o al horno para la cena, piensa en el día siguiente y cocina para que sobre. Se puede guardar en la nevera y al día siguiente solo tener que saltear con alguna legumbre o algún cereal (ya cocinados!) o alguna pasta para hacer una comida en 10 minutos.
- Cuando se cocine patata, boniato, pescado o carne al horno, recomiendo cocinar de más y guardar en la nevera. Esta cocción tan larga se tiene que aprovechar para ya tener algo hecho.
- Lo mismo se puede hacer con unos huevos duros. Se pueden guardar en nevera unos 3-4 días y servir de tentempié sano, para picar sobre una sopa, en un guiso, un arroz, en una ensalada o en un bocadillo, por ejemplo.
Un abrazo y ¡Mucha Salud!