Por estas fechas me cuentan constantemente que no se ha podido seguir mis pautas porque es agosto/verano/vacaciones. Si realmente nos creemos esto y decidimos dejar de cuidarnos cada vez que salimos de nuestra rutina diaria vamos a encontrar excusas en Navidad, Semana Santa, el puente de mayo, la fiesta mayor de nuestro pueblo, nuestro cumpleaños, la boda de tu mejor amigo, los dos meses de verano…¡suma y sigue!
Os propongo otra manera de enfocar los días de descanso para que tu salud te lo agradezca:
– Aprovecha el espacio mental que deja libre el no trabajar para probar esa receta nueva en la cocina
– Visualiza las mejoras que quieres tener incorporadas en tus hábitos de salud y utiliza el periodo de descanso para ir incorporando los cambios poco a poco – siempre es un esfuerzo añadir cosas nuevas a tu rutina pero al no estar trabajando se hace mucho más fluido.
– Toma un curso intensivo de algún deporte nuevo para compensar el moverte menos (que podrías seguir practicando por tu cuenta una vez de vuelta a la rutina).
– Otra opción sería tomar un curso de cocina donde se hacen recetas in situ – luego puedes practicar con la familia a ver cuáles tienen éxito. Recomiendo mucho los deGemma Hortet, por ejemplo.
– Elige unas vacaciones que incluyen actividades físicas al aire libre.
– Elige alojamiento que permite comer relativamente sano – hay cada vez más opciones de retiros vegetarianos, casas macrobióticas, hoteles con opciones varias de menús…el alquilar un apartamento, te permite comprar tu propia comida, guardarla en nevera y cocinarla tú.
– Prepara platos fríos de tupper para las excursiones de día – ensaladas de quinoa, arroz, mijo, pasta integral con verduras ralladas, encurtidos, semillas y aliños divertidos (en casa les encanta con pesto!!), croquetas de verduras horneadas, bocadillos estilo “wrap” con menos harina y más relleno, fruta fresca troceada o batidos estilo smoothy semi-congelados para beber…
– En el caso de estar en un hotel con buffet libre, mi consejo es de tirar de muchísima verdura (si no sabe a nada, aliña con imaginación), legumbres y frutos secos. Si el alimento animal es de baja calidad, hace más daño en el cuerpo que un alimento vegetal de baja calidad.
– Lleva contigo un buen probiótico y unas enzimas digestivas o un suplemento que llevelos dos para ayudar a compensar los excesos. El Umebol de Mimasa va muy bien para esto y para alcalinizar de nuevo el cuerpo.
Recuerda que cuánto mejor comes en tu día a día, más notarás a tu cuerpo “quejarse” ante los excesos de una mala alimentación. Intenta sufrirlo lo menos posible y elegir sabiamente tu destino. Puedes recuperar tu equilibrio de nuevo una vez regreses a casa y si no lo ves claro ¡aquí estoy para ayudarte!